Gracias a Google Street View, es posible que tengamos una imagen de esta fachada del bajo de uno de nuestros clientes, antes de que existiera el negocio, y por lo tanto, sin el toldo instalado. Podemos ver así, un antes y un después de nuestro trabajo y comprobar qué efecto visual causa en la fachada un toldo de brazos invisibles de casi 7 metros de frente y 2,25 metros de salida. En este caso, como en muchos otros, en la bambalina del toldo figura el nombre de la tienda, y los productos a los que se dedica, con lo que además de proteger el escaparate del sol hace la función de rótulo.