Cuando colocamos un toldo en nuestro negocio, casa, en una zona común, etc, tenemos que tener en cuenta si va a estar expuesto a las inclemencias meteorológicas, puesto que el tejido, independientemente de que sea más o menos resistente, sufrirá las consecuencias inevitablemente.

Por ello, los toldos denominados Cofre son los más idóneos porque una vez cerrado guardan la tela totalmente en este cofre.

En estas imágenes se aprecian toldos de este tipo, el primero es un  Tgmbox L400 y el segundo un Tgmbox L700.

Además de la protección del tejido, el cofre es una solución técnica muy estética y que incluso hace que el toldo pase totalmente desapercibido cuando está recogido.

Otra opción para proteger el tejido una vez colocado el toldo, o para otros modelos es un tejadillo.

Se trata de una solución a medida y que es una estructura que cubre todo el toldo y alarga su vida.

Si ayer mismo publicábamos en nuestro blog un antes y un después de la instalación de un toldo de fachada, hoy podemos ver como le sienta a un camión que le cambien la lona.

En la primera foto vemos al camión con su vieja lona. Nuestros instaladores se desplazaron al domicilio del cliente, con una nueva lona para arquillada TIR confeccionada por medio de alta frecuencia, en lona de poliéster recubierta de PVC color blanco, y allí vistieron al camión con la nueva lona, y quedó así de radiante.

Gracias a Google Street View, es posible que tengamos una imagen de esta fachada del bajo de uno de nuestros clientes, antes de que existiera el negocio, y por lo tanto, sin el toldo instalado. Podemos ver así, un antes y un después de nuestro trabajo y comprobar qué efecto visual causa en la fachada un toldo de brazos invisibles de casi 7 metros de frente y 2,25 metros de salida. En este caso, como en muchos otros, en la bambalina del toldo figura el nombre de la tienda, y los productos a los que se dedica, con lo que además de proteger el escaparate del sol hace la función de rótulo.