El rally Dakar 2018 ha llegado a su fin y nuestro héroe Fran Gómez ya está en casa. El piloto de Carballo, que contó con el apoyo de TGM-Toldos Gómez, finalizó esta dura aventura en un meritorio puesto 76, a pesar de arrastrar durante varias etapas una importante lesión en la mano. Esta no fue su primera vez con este "amor maldito", así llama él al Dakar, ya que ya había participado en seis ocasiones más. Tras 9.000 km de recorrido por Perú, Bolivia y Argentina, Fran ya está en suelo gallego y con muchas ganas de descansar, aún así ha sacado fuerzas para responder a unas preguntas para este blog. ¡Y se lo agradecemos!
Lo primero de todo, ¿cómo está esa mano que tanto ha sufrido?
En un mes me tengo que operar la mano, ahora bajó bastante la hinchazón y va a mejor. La pedrada que la golpeó fisuró un pequeño hueso que provocaba que se hinchara y oprimía el túnel carpiano, por eso se me dormía.
A priori, se hablaba del Dakar 2018 como una de las ediciones más duras de la historia. Nada más terminar has dicho que ha sido “infernal”. Parece que cumplió con las expectativas, ¿no?
Sin duda, ha sido la edición más dura celebrada hasta ahora, mucha gente ha dicho que si sigue por esta línea no volverá. Creo que no tiene que ser tan extremo. La idea que tenemos de esta competición está clara; es la prueba más dura del mundo, pero de ahí a ser un infierno... Hay que pensar que hay vidas humanas en juego.
Tras 9.000 km de duro recorrido por Perú, Bolivia y Argentina. ¿Qué piensa uno en el momento de cruzar la meta?
En ese justo momento es difícil no llorar de emoción. Es como una descarga de sentimientos acumulados durante quince días, la recompensa a un esfuerzo extremo. Tu cuerpo y mente encuentran sentido a todo lo que has pasado. Te sientes bien, lleno, es algo inexplicable. Yo siempre comparo el Dakar con un amor maldito, cuanto más te hace sufrir, más lo quieres.
Un rally como este deja momentos complicados y otros muy dulces. ¿Cuáles destacarías a nivel personal en esta edición?
Sin duda alguna, el día que completé la etapa en la que los depósitos perdían gasolina. Llevaba el camel back lleno de combustible y ,además, cinco botellines en la mochila a modo de reserva para seguir pidiendo gasolina a los lugareños, y así poder completar la etapa. Ese día fue el más complicado de todos, pero cuando llegué a meta sentí una satisfacción personal muy grande. La clave del Dakar está en no rendirse nunca.
Uno de los motivos que llevó a TGM-Toldos Gómez a subirse a tu moto en este Dakar fue el componente solidario de tu proyecto. ¿Cómo ha ido en este sentido?
Hemos cumplido los objetivos con creces. El proyecto solidario ha tenido una aceptación sobresaliente, de hecho he recibido personalmente felicitaciones de la ONG Un techo para mi país, agradeciéndonos la buena acogida que ha tenido la iniciativa en las poblaciones de Puna y Salta, cubriendo aulas de colegios con pocos recursos educativos
Hemos visto resguardaros del sol y de la lluvia bajo las carpas de TGM-Toldos Gómez. ¿Han resistido la dureza de esta competición?
Sin duda ha sido vital para nuestro equipo poder contar con vuestro toldo, incluso cuando soplaba fuerte el viento podíamos trabajar con las motos sin problema. ¡Mil gracias!
¿Habrá una próxima vez?
Ahora es tiempo de reflexión y de disfrutar este momento. Lo más complicado es conseguir el presupuesto, si surge un apoyo a principios de año que nos asegure el poder estar con garantías claro que sí, pero esta parte es la más complicada.
Desde TGM-Toldos Gómez queremos agradecerle a Fran que nos haya brindado la oportunidad de vivir este Dakar 2018 tan de cerca, ha sido una gran aventura. Y esperamos volver a verlo en la próxima edición, subido en su moto y resistiendo a los envites del desierto. ¡Gracias por todo!