La elección del color del toldo es una decisión muy importante, ya que de ello depende la estética y la concordancia con la fachada, además de cumplir la función principal: una adecuada protección solar. Está comprobado que los tejidos de toldos en colores oscuros, densos y de buena calidad pueden servir de barrera para entre el 90% y el 99% de los rayos UV. Si el espacio donde se instalará el toldo es muy soleado, el verde es un buen color, ya que bloquea la excesiva luminosidad sin oscurecer el espacio. Además, es un color que funciona en cualquier época del año, ya que no es ni frío ni cálido. Nos recuerda a la naturaleza, la salud, el bienestar… nos da paz.
Aun así, no hay una explicación clara para este fenómeno. Las décadas de los 60 y 80 coinciden con el inicio de la construcción masiva de bloques de viviendas en España, con una media de 400.000 al año entre 1970 y 1981. En esa época, la mayoría se decantaron por el verde para los toldos que protegerían sus balcones, configurando el paisaje urbano con una estética común.
¿Por qué son tan comunes los toldos verdes?
Una de las teorías es que, en esa época, los únicos colores disponibles para los toldos eran el verde, naranja y azul, siendo el primero el más elegido. Se creó entonces un efecto contagio: todos los vecinos adquirían toldos verdes, hasta llenar las fachadas de los bloques. Llegó a un punto en el que, si algún vecino quería cambiar de color no podría hacerlo, ya que rompería la estética del edificio.
La otra teoría es más emotiva. En esas décadas el éxodo rural recoge cifras considerables, cientos de familias abandonaban sus casas en el campo para mudarse a la ciudad, dejando atrás su historia, los paisajes y la naturaleza. Quizás el toldo verde es una referencia a su lugar de origen, un recuerdo de todo lo que habían dejado en el pasado.
No sabemos a ciencia cierta si el toldo verde fue el ganador indiscutible por moda, recuerdo, practicidad o quizás la suma de todo. Lo que sí tenemos claro es que son un elemento paisajístico típicamente español. En la actualidad se pueden elegir gran variedad de colores e incluso personalizar los toldos como desee el cliente. La elección final es suya, pero lo evidente es que los toldos verdes son parte de nuestro patrimonio y nos ayudan a entender una época importante de nuestra historia.
¡Larga vida a los toldos verdes!
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